Dentro de las maravillas de este Universo, al menos una de ellas, de tanto verla, la menospreciamos.

Agarrados a las lamentaciones, cuándo llegará el día, la rutina cotidiana, penuria sobre penuria; siempre estamos como plañideras, esperando a Godot, cuando el personaje ya llegó sin estridencias y está, aunque no actúe. ¿Dónde está? ¿Quién es? ¿Seguro que ha llegado?

Si miramos con atención, no lo vimos en el pasado, ni es agente asegurado para el futuro, lo llevamos dentro de cada uno de nosotros. Usted, yo, somos GODOT.

Y hemos llegado al día espléndido para las mejores realizaciones; es hoy, cualquiera que sea la fecha del calendario. ¡Ningún día como este! Palpitamos con sus rayos de sol, envueltos por los trinos de los pájaros… con las tribulaciones de la gente cercana y los sufrimientos tan extendidos e incluso provocados con malicias.

Por eso es gratificante la observación de alguna que otra llama encendida por algún Godot en activo.

¡Hoy mismo! Integrados en el compartimento…, que compartimos.

Jorge Petraglia, Roberto Villanueva, Leal Rey - Esperando a Godot, Buenos Aires, 1956. Foto: Wikimedia Commons.

Jorge Petraglia, Roberto Villanueva, Leal Rey – Esperando a Godot, Buenos Aires, 1956. Foto: Wikimedia Commons.