Científicos del CSIC-UPF han descubierto una nueva especie de mariposa.

  • En Europa no se describía ninguna especie nueva de mariposa desde 1993.
  • El hallazgo ha sido posible gracias a la combinación de técnicas de última generación con el tradicional trabajo de campo.
  • Pasó desapercibida durante años por su similitud a la Spialia Sertorius, su especie gemela.

Tras más de 20 años sin tener conocimiento de nuevas especies de mariposa en Europa, un equipo de científicos del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF) ha descubierto la Spialia rosae, endémica de la Península Ibérica. Durante todo este tiempo ha pasado desapercibida por su semejanza a su especie gemela, la Spialia Sertorius, que convive con ella en el mismo hábitat.

«Nos fijamos en el género Spialia porque los datos del ADN mitocondrial señalaban que había más de una especie en la península ibérica, pero al mirarlas no podíamos ver ninguna diferencia», explica Roger Vila, científico del CSIC en el IBE e investigador principal del estudio.

La Spialia rosae debe su nombre a que se alimenta de rosales silvestres. Durante años fue analizada a fondo y nunca pareció indistinta a su especie gemela. Comparten incluso muchas partes del genoma nuclear, donde está la mayoría de genes, y que es el causante de la mayoría de procesos de especiación.

Las únicas diferencias que encontraron fueron el ya mencionado ADN mitocondrial y los hidrocarburos cuticulares, es decir, el olor que desprenden. Esta característica es imperceptible para los humanos, pero seguramente es lo que les permite distinguir entre ellas. «Esto es muy relevante ya que, si por equivocación se cruzaran, la descendencia probablemente no sería fértil y por tanto las dos especies irían menguando», afirma Vila.

El modo en el que fue descubierta fue a partir de la ecología. Persiguiendo un ejemplar de S. rosae por Sierra Nevada, los investigadores se dieron cuenta de que se detenía a poner un huevo en una rosa.

Según Vila, «este hecho nos sorprendió mucho, porque todas las demás Spialia se alimentan y ponen los huevos en unas plantas que se llaman pimpinelas». A raíz de este descubrimiento, también pudieron entender por qué S. rosae llega a vivir a casi 3.000 metros, más arriba que S. Sertorius, ya que las plantas de las que se alimenta, los rosales silvestres, se encuentran en estos lugares en los que las pimpinelas no pueden vivir.

Por el momento, no hay datos suficientes para saber si se trata de una especie en peligro de extinción, aunque al ser un endemismo ibérico es importante protegerla. Se han encontrado ejemplares en Sierra Nevada, en el Sistema Central, en los Picos de Europa, y en algunos lugares de los Pirineos.

El mismo equipo de científicos publicó el año pasado un estudio que demostraba que puede haber en Europa hasta un 30% de especies de mariposas aún desconocidas, un hecho que ha desencadenado el descubrimiento.

Fuente: agenciasinc