Nos pasamos la vida reflexionando sobre la Felicidad, ¿cómo alcanzarla?, ¡¡¡Quiero ser feliz!!! ¿donde puedo encontrar la felicidad?, sin darnos cuenta que la Felicidad no es algo que se busque, no es algo que se alcance, ni tan siquiera es un estado, la Felicidad Es, siempre está en nosotros.
La Felicidad es parte intrínseca del Ser y no debemos confundirla con la alegría o la euforia.
Así que la cuestión es ¿cómo hacemos para ser conscientes de ésta Felicidad?.
La verdadera FELICIDAD, aquella que simplemente Es, la percibimos en esos momentos en los que somos coherentes con nuestra esencia, cuando nos hacemos conscientes de que todo es perfecto tal como es, sin juicios, simplemente siendo capaces de comprender, integrar y aceptar, que todas nuestras circunstancias sean cuales sean son perfectas para nosotros, ya que todas nuestras circunstancias son siempre para un bien mayor.
Propongo un ejercicio, uno que puede hacer, ahora mientras lees esto, cuando comes, mientras das un paseo, en el trabajo, cualquier momento es válido.
Párate y observa cuantos juicios emites sobre todo, unos son más evidentes y otros son más sutiles, pero ahí están. Observa todos esos juicios que emites, no hace falta que los justifiques, pues esa justificación no es más que otro juicio más…
Mi trabajo no me gusta, me cae mal éste chico o ésta chica, que bonito es el vestido azul que lleva, que mal huele en este sitio, que rica está ésta comida, me molesta este calor, que pesado es mi jefe….
Observa todos esos juicios y cada vez que seas consciente de esos juicios trata de mirar más allá, trata de ver esa misma circunstancia sin juicio:
«Este trabajo no me gusta»… «Este trabajo», «Qué mal me cae este chico»… «este chico», «que bonito vestido azul lleva»… «ese vestido es azul», «me molesta este calor»… «hace 30º»...
¿Qué pasa cuando quitas el juicio? ¿qué percibes ahora?
Todo es perfecto, lo veas o no, porque todas tus circunstancias son para un bien mayor.
Que tengáis un día… ¿Feliz?… Que tengáis un día consciente y sin juicios.
