Una intolerancia alimentaria puede generar un malestar constante en nuestro día a día, además de otros problemas en el largo plazo.

Aproximadamente un 30% de la población a nivel mundial sufre de alguna intolerancia alimentaria. Se trata de una predisposición, así como las alergias, aunque difieren en síntomas.

Entre las intolerancias más conocidas podemos mencionar a la lactosa, al gluten, a la fructosa y a la sacarosa. Y así como el resto de las intolerancias, la intolerancia a la fructosa no tiene cura, es algo que se debe tratar. Sin el tratamiento adecuado, las intolerancias generan síntomas que pueden empeorar nuestra calidad de vida.

¿Cómo afecta la intolerancia alimentaria en tu día a día?

Aunque parezca que las intolerancias alimentarias son algo nuevo, la verdad es que han estado entre nosotros desde hace mucho tiempo. Pero es en esta era cuando nos permitimos cuestionar lo que comemos y escuchar más a nuestro cuerpo, pudiendo detectar con más facilidad una intolerancia alimentaria.

Para saber si tienes una intolerancia alimentaria es indispensable conocer a nuestro cuerpo y prestar atención a sus reacciones a ciertos alimentos. La intolerancia alimenticia es cuando nuestro organismo no puede procesar correctamente un determinado componente, como el gluten o la fructosa.

En la gran mayoría de casos, los síntomas son leves, y por eso mismo es que muchas personas conviven con una intolerancia alimentaria sin saberlo. Pero cuando los síntomas son más fuertes, pueden resultar molestos y afectar nuestra vida diaria. Entre los síntomas más comunes encontramos:

  • Hinchazón
  • Problemas estomacales
  • Dolor abdominal
  • Náuseas
  • Dolores de cabeza

Si tienes sospechas de que sufres de una intolerancia alimentaria, lo primero que debes hacer es controlar lo que comes y ver la reacción de tu cuerpo. Para este fin, puedes llevar un diario de comidas y anotar tu estado general de salud cada día.

Al notar una reacción a cierto alimento, es necesario acudir a un profesional de la salud para realizar estudios que confirmen estas sospechas. Lo más probable es que debas visitar a un  endocrino que indicará hacer una analítica de sangre para determinar si tienes una intolerancia alimentaria.

¿Cómo tratar las intolerancias?

Antes que nada, es importante definir si sufres de intolerancia o alergia a cierto alimento. Una alergia es algo mucho más grave, para lo que puedes necesitar medicamentos, mientras que la intolerancia alimentaria se trata con cambios en los hábitos alimentarios.

En el caso de una intolerancia alimentaria, el tratamiento consistirá en una dieta sana y respetuosa con tu cuerpo. El objetivo es evitar al máximo el consumo de ese alimento que tu cuerpo no puede procesar correctamente, creando una dieta equilibrada y que te permita recuperar tu salud al 100%.

Hoy en día es muy común que las personas tengan distintas restricciones dietarias, ya sea por intolerancias, alergias o decisiones personales. Productos gluten-free, veganos o sin fructosa son cada vez más comunes de encontrar en los supermercados o en la carta de un restaurante, ofreciendo opciones para todo tipo de personas.

Para tratar la intolerancia a la lactosa, fructosa o sacarosa, que aún no están tan regulados como el el caso del gluten, se debe tener más cuidado con los alimentos procesados o preparados fuera de casa, ya que pueden tener estos componentes ocultos. Como alternativa, puedes buscar productos fabricados especialmente para quienes sufren intolerancias alimentarias y olvidarte de los riesgos.

Si sufres de una intolerancia alimentaria, es importante conocerla para así poder tratarla adecuadamente. Llevar una dieta ajustada a tus necesidades personales mejorará tu calidad de vida y estado de salud general, eliminando malestares y otros problemas asociados.

CAB/DR.