Escribiría las palabras más lindas, pero mi ignorancia quizá les trabuque los significados, confunda las bellezas y descomponga la claridad de los senderos. Esta INDECISIÓN me asalta en medio de numerosos contrastes.

 

ATRAÍDO por el frescor matutino, en el claror de las primeras luces, camino entre los árboles; primero distraído, después entretenido por el piar de los pajarillos y la fragante espontaneidad de los aromas campestres.

 

Sin darme cuenta, o notándolo sin notar, ¡Qué lío!, respiro con cierta agitación y las piernas algo quieren decir, cuando el sendero se empina y yo participaba absorto del ENCANTAMIENTO, ante el magnífico panorama por encima de la copa de los árboles.

 

Es inusual el asalto que percibo, pleno de CONTRASTES fabulosos. Desaparecieron los estruendos de farragosos frenazos y transmisiones, de voceríos y desplantes, mientras las nubes viajan por encima y las cumbres son prometedoras.

 

Se imponen las luces radiantes desde lo alto y los potentes vientos alejan las mismas. Se simplifican con rotundidad las percepciones. La placidez acampa y se vislumbran las verdaderas fortalezas. Qué tipo de APRENDIZAJE será este con escarpada estampa.