Dos lectoras de Cuentamealgobueno nos han enviado a la vez esta buena noticia que compartimos hoy en nuestro diario de buenas noticias.
Una pareja de California decidió cancelar a última hora su boda. El banquete previsto también se suspendió pero la familia de la novia optó por convertir esa ‘fiesta’ en una comilona para decenas de indigentes de Sacramento, California (Estados Unidos)
– Vídeo: Canceled wedding turns into meal for homeless –
Parece ser que el motivo de que la boda no se celebrara fue por las dudas que le entraron al novio unos días antes de la celebración del enlace matrimonial.
Kari Duane, madre de la novia, decidió sobreponerse al dolor que debería estar pasando y actuar de forma práctica y solidaria respecto a los gastos del banquete, previsto para después de la boda.
En concreto unos 30.000 euros iban a ser tirados a la basura, ya que el hotel de lujo donde se iba a celebrar no devolvía el dinero de los preparativos.
Ante esta situación, según publican varios medios de comunicación como, Duane decidió acercarse a algunos refugios de indigentes de la ciudad. ¿Su objetivo? Que los invitados que iban a ir a la boda que finalmente no se celebraría fueran sustituidos por decenas de personas sin hogar que degustarían un menú con todo tipo de lujos.
Duane decidió ofrecer un auténtico festín para todos los ‘sin techo’ de la ciudad hasta completar el aforo, previsto para 120 personas.
De esta forma los 35.000 dólares (unos 30.000 euros) que costaba el evento al menos serían disfrutados por personas que nunca habían tenido la oportunidad de hacerlo. Los invitados estaban encantados y aplaudieron el gesto «amable» de la madre.
Así, más de un centenar de mujeres, niños y ancianos llenaron las mesas del lujoso Sacramento’s Citizen Hotel, los cuales no dudaron en agradecer el gesto de este heroína anónima. «Este tipo de comida no sale de la cocina donde comemos. Nuestro chef Leo es el mejor pero nunca esperaríamos algo así», señalaba una madre sin hogar.
Para Kari Duane, haber ayudado a todas estas familias supone una «gran alegría». No, no fue el único gesto bonito, ya que la familia de novia también quiso ayudar con el dinero de las flores a una residencia de ancianos.
Respecto al viaje de luna de miel, igualmente estaba ya pagado, pero esto sí que se quedó en la familia, madre e hija se fueron a Belice a disfrutar de unas vacaciones que sin duda se ganaron.
Gracias a Ana y a Marta por compartir esta buena noticia en Cuentamealgobueno.com.
