Frozen, la historia de cómo el amor verdadero puede derretir el miedo.
Para este fin de semana, y en vísperas de las fiestas de Navidad, desde Cuentamealgobueno.com queremos recomendaros una nueva sesión de cine positivo. En esta ocasión, os traemos el último éxito animado de Disney: Frozen, el reino del hielo.
Se trata de una película de ambiente navideño, con mensaje positivo y apta para todos los públicos; el fenómeno Frozen ya ha logrado fascinar a pequeños y mayores. Una oportunidad para disfrutar del cine en familia, y siempre con un mensaje positivo. Además, hoy sábado, a las 22.00 horas, Telecinco estrena este bonita historia en la pequeña pantalla.
La película de animación, producida por Walt Disney Studios, ha sido galardonada con dos Premios Óscar a la ‘Mejor Película Animada’ y a la ‘Mejor Canción Original’ por Let It Go. Y es que Frozen ha logrado convertirse en todo un fenómeno: juguetes, disfraces, videojuegos, canciones etc…todo un universo de magia y fantasía que conquista a todos los públicos. Su calidad técnica y su mensaje humano te engancharán.
Adentrándonos un poco en su argumento; la princesa Elsa, que posee un mágico don sobre el hielo y la nieve, a menudo, utiliza sus habilidades para jugar con su hermana menor, la princesa Anna. Sin embargo, una noche mientras juegan, Elsa golpea accidentalmente a su hermana pequeña con sus poderes.
Elsa, traumatizada por el daño que puede llegar a causar, se deja vencer por el miedo y su poder se convierte en su peor enemigo. La princesa decide encerrarse y apartarse de todos, incluyendo a su hermana Anna, tratando de evitar que sus poderes fuera de control puedan dañar a sus seres queridos.
Después de la muerte de sus padres, Elsa es coronada como la nueva reina de Arendelle, ocasión para la que celebran un gran baile real. Durante la celebración, Elsa y Anna vuelven a acercarse, a compartir momentos juntas, a hablar y sonreír después de tantos años separadas. Sin embargo, las hermanas discuten en la fiesta y esto hace que Elsa pierda el control sobre sus poderes. En ese momento, el secreto de Elsa queda revelado delante de todos los invitados, siendo señalada por muchos como una bruja y hechicera peligrosa.
Ante aquella delicada situación, Elsa huye a las montañas, desatando a su paso una grave tormenta de hielo y nieve. La princesa Anna, que no se da por vencida, emprende un peligroso viaje para traer a su hermana de vuelta a casa.
-Vídeo: Disney España | Frozen, el reino del hielo | Nuevo tráiler-
Con la ayuda del joven Kristoff y su reno Sven, Anna logra encontrar a Elsa, quien se horroriza al saber que con su enfado ha desatado una maldición sobre Arendelle, sumiendo a la ciudad en un duro invierno. Superada por el miedo y la culpa, una vez más, Elsa desata sus poderes por accidente y golpea a Anna en el corazón. La princesa Anna cae muy enferma y sólo un gesto de amor verdadero podrá salvarla.
Mientras tanto, en palacio muchos conspiran para arrebatar el trono a las hermanas. Uno de estos malhechores es el príncipe Hans, que consigue atrapar y encerrar a Elsa y a la que intenta asesinar. Anna, muy débil y enferma, presencia la escena y consigue llegar a tiempo para interponerse entre la espada del cruel príncipe y Elsa. En ese preciso momento, la maldición que está consumiendo a Anna surge su efecto y la joven se congela para siempre, convirtiéndose en un bloque de hielo.
Sin embargo, el sacrificio de Anna para salvar a su hermana Elsa supone un acto de amor verdadero; por lo que, inmediatamente, el cuerpo congelado de la princesa Anna comienza a descongelarse, trayendo a la joven a la vida. Así que el gesto de amor de Anna consigue descongelar su corazón. En ese momento, Elsa comprende que para poder romper la maldición que accidentalmente ha provocado y para controlar sus poderes tan sólo debe entregarse al amor.
Frozen es una película que no sólo habla de la amistad y el amor entre hermanas, sino que nos enseña que no hay medicina más poderosa frente al miedo que el amor. El amor verdadero pudo deshacer la maldición sobre Arendelle y también con amor Elsa aprendió a controlar sus poderes. Y es que el peor error que podemos cometer es escondernos ante las dificultades, la mejor solución es enfrentarnos a ellas con el sentimiento más puro de todos: el amor.
