Un nuevo estudio publicado en la revista Science ha demostrado que hasta un 40% de carbono en las raíces de los árboles puede provenir de sus vecinos.

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Si bien se sabía de la transferencia de nutrientes de un árbol a otro cuando las raíces estaban unidas o formaban parte de un mismo injerto, el hallazgo realizado por el equipo, liderado por Tamir Klein, del Volcani Center de Israel, muestra que el intercambio de carbono puede ocurrir sin injerto.

Los expertos descubrieron que el intercambio puede darse aún entre diferentes especies.

Esto revela un nivel previamente subestimado de complejidad e interconexión entre los árboles.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores expusieron a la copa de una serie de abetos a dióxido de carbono que había sido “marcado” con un isótopo específico.

Gracias a ellos pudieron seguir el rastro del isótopo y rastrear el flujo de carbono dentro de cada árbol, así como en los vecinos.

La transferencia de árbol a árbol resultó tan evidente que fue detectada en raíces de diferentes especies.

Un gran hallazgo que demuestra que todos los seres vivos estamos conectados, en el caso de los árboles, también los unos con los otros, como si de la película de Avatar se tratara.

Fotografía de sunriseOdyssey.