Ya de por sí me parece un tanto sospechoso eso de querer saber como es alguien en concreto, sobre todo para publicarlo. Peimero por imposible, nadie alcanza todas sus ramas. Y, ¿Para qué tanto saber?

Los FRAGMENTOS del espejo, fotografías, espionajes, datos sueltos, muestran identidades descuartizadas. El puzle elaborado es de toda evidencia, un trabajo distanciado de los interiores de cada personalidad.

Dan un poco de risa esas componendas cibernéticas reunidas con ínfulas de completud, aparentan una exposición de agujeros negros en los cuales no hubo forma de entrar. De hecho, un buen resumen son las PREGUNTAS sin respuesta.

El espejo roto, las fotografías estáticas, el acúmulo de datos, los comentarios sobrevenidos de todo ello, revolotean sobre las entidades escurridizas por naturaleza, las esencias de cada PERSONALIDAD.

¡Qué estupenda noticia! Nadie se apodera de ese fondo.

Cualidades y defectos, bondades o malicias, constituyen otra historia inacabada…, para las responsabilidades personales.

Crédito fotografía: Olga Berrios.