Un bombero Checo lleva 4 meses vivo con el corazón extirpado gracias a unas bombas mecánicas
Jakub Halik es la primera persona que sobrevive durante mas de tres meses sin corazón, después de que le extirparan el suyo para ser sustituido por dos bombas mecánicas sin válvulas cardíacas HeartMate II que reemplazaron el trabajo del órgano vital cuyas pulsaciones no son sensibles al tacto.
El paciente de 37 años,padecía de un tumor maligno y la única alternativa que se le ofrecía en lugar de un trasplante inmediato era la implantación de las bombas, una que manda la sangre por la aorta, y la otra a los pulmones.
La operación realizada el 3 de marzo duró ocho horas. Hoy día, el hombre es capaz de caminar despacio llevando siempre una bolsa con baterías que alimentan el dispositivo que le da vida,según dice el jefe del equipo de cardiocirujanos checos, Jan Pirk.
“El paciente sigue hospitalizado ya que tuvo que permanecer cierto tiempo en coma artificial. Poco a poco se está rehabilitando para recuperar su musculatura. No se puede bañar, sólo duchar y tiene que tomar anticoagulantes al igual que pacientes tras una sustitución de la válvula mitral. Por el momento, todo se está desarrollando sin complicaciones”, señaló.
Al paciente le diagnosticaron un tumor maligno en el corazón que no pudo ser operado. La única posibilidad para salvarlo era reemplazar el órgano con dicho dispositivo. Los médicos de IKEM tienen abundante experiencia con utilizar una bomba para asegurar el trabajo de la cámara izquierda del corazón. Pero por primera vez decidieron emplear un aparato compuesto por dos bombas para sustituir el órgano por completo.
Los médicos esperan dar de alta al paciente cuando se recupere de manera que sea capaz de manejar el aparato. Después de unos meses volverán a examinarlo. Si no se produce otro tumor, el hombre será incluido en la lista de espera para el trasplante de corazón.
No obstante, los expertos por el momento no se atreven a calcular cuánto tiempo el paciente podrá vivir con el corazón sustituido por este dispositivo mecánico. “Es una operación sin par, así que nadie puede saberlo”, expresó Jan Pirk.
El médico agregó que en un futuro próximo, al asegurar una alimentación inductiva del dispositivo, este método podría reemplazar en gran parte los transplantes de corazón.
«Está contraindicado hacer un trasplante cuando hay en el corazón un tumor maligno», porque los medicamentos para evitar el rechazo de un órgano extraño apoyan el proceso tumoral de las células, explicó Jan Pirk, el cardiólogo que ha realizado la intervención.
El equipo médico considerará exitosa la operación «si el tumor no se extiende y si el paciente sobrevive hasta que le hagamos un trasplante de corazón», declaró Pirk. «Por eso debemos esperar todavía entre seis y nueve meses», precisó el cardiólogo del Instituto de Medicina Clínica y Experimental de Praga (IKEM).
«El paciente no tiene pulso sensible. Se creía que sin esto no se puede vivir, y se ha mostrado que sí se puede vivir sin pulso», afirma Pirk con visible orgullo.
Lo más costoso fue fijar la presión de bombeo de cada uno de los dispositivos, pues la sangre que va a los pulmones debe tener menor presión para que éstos no se irriten. El único inconveniente es cargar con las pilas bajo los brazos.
Los acumuladores no se ven, no pesan mucho y duran entre 8 y 12 horas, mientras que el equipo regulador se lleva como una riñonera. En el caso de Halik, las revoluciones están fijadas para una actividad normal, no para correr, hacer deporte ni subir por una escalera. «No es capaz de reaccionar al esfuerzo», aseveró Pirk.
Los primeros intentos de bomba artificial colocada fuera del cuerpo para apoyar al corazón durante cortos períodos de tiempo datan de la Segunda Guerra Mundial y se utilizan desde 1953.
El primer implante de bomba se hizo en 1968, si bien «no se ha llegado (a uno) tan desarrollado como este hasta estos últimos diez años», cuenta Pirk, candidato al galardón Cabeza Checa, el más prestigioso en la esfera de la ciencia y la tecnología en el país centroeuropeo.