Juan Ramón Virumbrales Rosas, Raymon, nos cuenta algo bueno

Dejó su vida y su trabajo convencional en Madrid para viajar por el mundo en bicicleta y participar en proyectos de cooperación al desarrollo

En esta entrevista nos habla de su proyecto OtraVidaEsPosible: nos explica por qué empezó a viajar y cómo se acercó al mundo de las ONGs

Hoy entrevistamos a Juan Ramón Virumbrales Rosas, «Raymon», madrileño que un día decidió dejar su vida y su trabajo convencional en Madrid para viajar por el mundo en bicicleta y participar en proyectos de cooperación al desarrollo.

Lo que aprendió a través de su experiencia ha sido la fuente inspiradora de su primer libro de viajes y crecimiento personal, “Llévame de viaje”, cuya publicación está prevista para el próximo mes de noviembre.

Raymon nos muestra que explotando nuestras pasiones, reduciendo gastos, siendo solidarios y enfocándonos en lo esencial hacemos posible otro estilo de vida: un proceso de transición que nos lleva a la felicidad y a la tolerancia.

En este vídeo viajamos a Camboya para descubrir uno de los proyectos realizados por OtraVidaEsPosible:

Entrevista a Juan Ramón Virumbrales Rosas, Raymon

Cuentamealgobueno (Marco Fazzini): ¡Hola Raymon! ¿Cómo nació OtraVidaEsPosible? ¡Cuéntanos tu historia!

Juan Ramón Virumbrales Rosas (Raymon): «Desde mi trabajo no estaba aportando valor para la sociedad. Tenía 33 años, vivía en Madrid y se podría decir que había tocado el techo de mi carrera profesional. Ganaba mucho dinero desarrollando softwares informáticos para la banca, para aseguradoras, pero no me sentía muy a gusto con los valores de mi empresa.

Empecé a viajar de mochilero por España, Inglaterra, Turquía, Vietnam, Cuba, India… Luego empecé con la bici: Europa, Asia dos veces, norte de África y Sudamérica. En ese momento me interesaba conocer esas realidades alejadas del sistema capitalista. En ese cambio de entorno y de hábitos me abstraigo de una realidad que me estaba contaminando.

Tu entorno cultural te hace creer que lo tuyo es lo mejor, luego te das cuenta de que hay miles de realidades diferentes, en cada persona, en cada país, y te das cuenta de que estás equivocado. Ese fue el punto de inflexión».

En búsqueda del “anhelo de realidad”…

Cuentamealgobueno: En tu página web hablas de búsqueda de “anhelo de realidad”: ¿A qué te refieres?

Raymon«En tu realidad te enseñan que para ser feliz debes trabajar 12 horas al día, que tienes que tener determinado coche, determinados amigos…

Pero tú intuyes que hay algo diferente ahí fuera, entonces para mí el anhelo de realidad es una sensación de descubrir, de salir, es algo que te impulsa a viajar, porque quieres saber qué pasa fuera, quieres saber cuál es la realidad verdadera, y te das cuenta de que esa no es la tuya: la del materialismo, del éxito, del dinero.

Es saber cómo se vive en otras realidades del mundo, cuál es el sentido de la vida de la gente que vive en esos países, qué les hace levantarse por la mañana, cuáles son sus metas.

En nuestros viajes en bicicleta nos dimos cuenta de que hay muchísimas realidades distintas, y al final te das cuenta de que todas son subjetivas.

Ese anhelo de realidad es tomar conciencia de que dependiendo del tipo de inputs con los que alimentes tu mente, vives una realidad o vives otra».

 

Cuentamealgobueno: ¿Qué es lo que aprendiste transitando por tantas realidades diferentes?

Raymon: «Es una universidad de la tolerancia, porque el hecho de vivir tantas experiencias te hace ser más tolerante, te hace respetar más al otro. Al haber vivido tú en tus carnes lo que el otro experimenta, lo toleras mejor, lo comprendes mejor.

Desde aquí no puedo comprender por ejemplo una realidad que está ocurriendo en Centro África, o en Asia. ¿Por qué? Porque nosotros no aprendemos por lógica, sino por las emociones, y hasta que las emociones no llegan a nuestra vida de esa manera tú no puedes sentir, no puedes acercarte al pensamiento que tiene esa persona, no empatizas, porque no lo has sentido en tus carnes».

 

Impulsando proyectos de cooperación al desarrollo

Cuentamealgobueno: Escribes también que durante tus viajes “localizabas proyectos”. ¿Cómo surgió la idea? ¿Cómo se localiza un proyecto humanitario y cómo has conseguido la financiación para colaborar con ellos?

Raymon: «Eso llegó a mi vida por casualidad, yo no tenía pensamiento de buscar ningún proyecto. Visitando zonas fuera de las rutas del turismo convencional, siempre vas a encontrarte cosas que no te esperas.

Viajando por Camboya conocí a un hombre que hacía una labor social muy interesante en una guardería infantil, en la que a través de la educación se fomentaba la convivencia entre distintas religiones: musulmanes, budistas y católicos.

Ese proyecto se me quedó en la cabeza: llegué a Madrid y organicé una fiesta solidaria para recaudar fondos, y en una sola noche sacamos alrededor de 1300€, que es muchísimo dinero para una comunidad pobre camboyana: pueden a lo mejor pagar la educación de 40 niños para todo el año.

Así empecé yo en los proyectos de cooperación. Me dije: si viajo en bicicleta, ¿por qué no tener la mente abierta y receptiva por si veo un proyecto poder plantearles una ayuda?

Decidí no financiarme a través de los ministerios ni de los organismos públicos para poder depender sólo de mis socios, de mis amigos viajeros, de mis ahorros personales y de mercadillos y fiestas solidarias.

Tampoco pedí ayuda a los bancos y las corporaciones: solo quería tener financiación de empresas con valores, que no perjudicasen a la sociedad. Y así, viajando, descubrimos y empezamos a colaborar con asociaciones involucradas en proyectos sanitarios y de educación en Marruecos, y en el sector agropecuario en Senegal».

 

Cuentamealgobueno: Así que no es necesario invertir mucho dinero para poner en pie proyectos de ese tipo.

Raymon«Yo realmente creo que el problema no es conseguir el dinero, sino hacer un proyecto coherente, responsable, y ahí es donde muchas veces fallamos las ONGs.

Hay que hacer un trabajo de campo, una investigación de la realidad social para entender qué tipo de necesidades tiene esa comunidad. Desde tu mirada occidental intentas cambiarles la vida en aspectos que no son prioritarios para ellos, y al cabo de dos semanas descubres que a lo mejor en un poblado del Atlas de Marruecos la gente usa los cepillos de dientes para limpiar la cadena de la bici, vende las botas de montaña en el mercado para conseguir ovejas o que en Senegal las mosquiteras contra la malaria se utilizan como red para pescar.

Y sobre todo, lo más importante es que les hagas partícipes del proyecto, que las comunidades locales sientan que el proyecto es de ellos. Que no pase por ejemplo como muchas veces he visto que ONGs llevan a occidentales a trabajar allí, a hacerles el trabajo a ellos. Tú tienes que estar ahí como un orientador, como un asesor. Pero todo el trabajo, toda la iniciativa, toda la pasión la tienen que poner ellos.  

 

Cuentamealgobueno:¡Muchas gracias Raymón!, ¿Cómo puede ponerse en contacto contigo la gente que esté interesada en tu proyecto?

Nos pueden seguir en nuestra página de Facebook (facebook.com/otravidaesposible) para estar al corriente del lanzamiento y promoción del libro. A través de nuestro blog, que estamos ahora mismo potenciando: http://www.otravidaesposible.org o por email rvirumbrales@otravidaesposible.org. Más vídeos están disponibles en nuestro canal de Youtube.

 


Esta buena noticia ha sido amadrinada por:

Mally C. Blanco de Vizcaya – http://www.terapiahipnosis.com.

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